Como de la mano, la luna se fue haciendo plena y Tiempos Modernos fue recibiendo a los compañeros y compañeras, docentes y no, que se acercaban al encuentro del sábado en Vicente López. Si bien la convocatoria que hicimos desde Convergencia Docente, la lista Violeta de San Isidro y los independientes que militamos en el Boletín de la Escuela, fue la solidaridad con la conducción legítima pero no reconocida de SUTEBA La Plata, la lucha de los trabajadores de Kraft fue la esencia del encuentro y el destino de lo recaudado por la venta de rifas entre los presentes.
Canto y palabra se unieron, un espacio para la cultura que a veces no tiene espacio en círculos mayores; canto y palabras sencillas pero profundas, cálidamente recibidas por los presentes. Abrió la noche el cantor Pablo Montiel y cierto aire de alegre nostalgia en esos tangos que sabemos todos; luego de los primeros aplausos, la peña fue coloreándose: el murmullo en las mesas, los reencuentros, la llegada de los compañeros de La Plata y de Escobar, los chicos que correteaban iban abriendo el camino para más artistas y más aplausos: las canciones testimoniales de Raúl Iñigo, esta vez solista, profundizaron el clima que vivíamos. Siguieron el grupo vocal En Clave, con canciones latinoamericanas que acertaban en el gusto de los presentes, y el dúo La Changa, más Latinoamérica de la mano de dos excelentes instrumentistas, que le sacaron el jugo a la experimentación y también supieron captar la esencia que nos convocaba. Después, y mientras tantos, algún vino, algunas empanadas y la calidez de Ricardo y Patricia, que nos cedieron el espacio a los casi cien que éramos parte del encuentro.
Después de los aplausos y los agradecimientos, cerró el encuentro la Agrupación Jallalla, un joven grupo folclórico que invitó al baile entre los presentes. Como de la mano con la luna, nos fuimos yendo, sonrientes, convencidos de que la solidaridad y la participación son las herramientas y la lucha el camino de los trabajadores.
