La brutalidad de las balas de goma es directamente proporcional a la certeza: el poder de los grupos económicos sigue intacto, la Justicia mueve su aparato para garantizarles impunidad, y las decisiones y las acciones del Gobierno orillan entre la hipocresía y la hijaputez y – en cualquiera de los casos – siempre en contra de aquellos que vivimos de y luchamos por un salario digno y la defensa de nuestros derechos.
La lucha de clases sigue en pie y no es casual: los multimedios encubren con deliberada perversidad la protesta social que generan el desempleo y la desigualdad, y muestran el corte de la Panamericana como el capricho de loquitos a los que no les gusta laburar y el conflicto en Kraft como una “interna gremial”; los medios nacionales y populares hacen silencio hasta que el ruido de las balas demuestra lo inocultable: el aparato represivo al servicio del poder económico para reprimir reclamos básicos: salario y empleo. Mientras tanto, el vigilante medio argentino se indigna hasta la puteada por su coartada libertad de circulación.
El conflicto en Kraft, la multinacional alimentaria más poderosa del mundo, se generó hace más de un mes, a partir de los reclamos por salarios y aguinaldos adeudados, además de no reconocer a las trabajadoras embarazadas el pago de las licencias por la Gripe A. El conflicto se agravó con las suspensiones y las licencias encubriendo una “caída de la producción” y, posteriormente, con el despido compulsivo de 160 compañeros.
Kraft tiene aliados con nombre y apellido: “Hay componentes ideológicos que están perturbando cualquier vía de acuerdo” – dijo el jefe de la bancada oficialista en la Cámara de Senadores, Miguel Ángel Pichetto. El Gobernador Scioli y el Ministro Aníbal Fernández parece que salen a cruzarse pero la responsabilidad los unifica: no presionar a la empresa, que amenaza con irse del país si su impunidad no se ve garantizada. ¿Qué rol desempeñó el Gobierno en el conflicto? Basta leer el “compromiso” de la empresa: pagar lo adeudado pero no reincorporar a los despedidos. Una hora después, empezó la represión en la planta de Kraft en Pacheco y la fábrica fue un centro de detención a la vista de la Secretaría de Derechos Humanos.
Combatiendo al capital, el titular del Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimenticia, Rodolfo Daer (ex Secretario General de la CGT, cómplice de la precariedad laboral, el trabajo en negro y el desempleo), aseguró que el conflicto que llevan adelante los trabajadores de Kraft Foods se ha "ideologizado" y, como consecuencia ha producido "desbordes irreparables" que generan "una profunda dificultad" en la búsqueda de una solución. Por otro lado, el titular de la CGT, Hugo Moyano, reconoció que la situación en la planta de la ex Terrabusi "es extremadamente difícil", pero aclaró que la central obrera no interviene porque la toma está "politizada" y la comisión interna "lleva a la ultraizquierda". Y si para Hugo Yasky “la epopeya del pueblo de Honduras y la huelga de los obreros de la ex Terrabusi forman parte de una misma lucha”: ¿por qué la CTA no convoca a defender activamente a los compañeros despedidos?
Párrafo aparte para la conducción de nuestro gremio: no fue la falta de la personería jurídica lo que impidió la solidaridad de la conducción de SUTEBA desde el inicio del conflicto y la omisión deliberada del reclamo en las Reuniones de Delegados en los distritos conducidos por la Celeste, especialmente en San Isidro, cuya conducción enarbola permanentemente la bandera de la unidad y la lucha contra el capitalismo, el compromiso con la dignidad y con los derechos de los trabajadores, y se declara seguidora del camino emprendido por el sindicalismo combativo y las luchas heroicas de los revolucionarios de América. En contraste, la conducción de SUTEBA Escobar acompañó activamente desde el inicio de la lucha (al momento de la represión dos compañeros fueron detenidos), igual que muchísimos docentes y trabajadores de varios distritos que sostenemos que el reclamo es el mismo: salario y condiciones laborales dignas, respeto por los derechos laborales y el mantenimiento de la fuente de trabajo.
Este conflicto sigue abierto hasta que los compañeros y compañeras sean reincorporados. La conducción de CTA debe entender que este ataque impune y criminal contra los compañeros de Terrabusi sienta un precedente nefasto en el marco del ajuste presupuestario que se avecina para los trabajadores del Estado nacional y provinciales. Y deben demostrar con quienes tienen un compromiso asumido, si es que verdaderamente están del lado de los trabajadores.
Distintas comisiones internas de trabajadores combativos, organizaciones sociales, de derechos humanos, estudiantiles, políticas, culturales, convocan para el lunes 28/9 a marchar, a partir de las 18 hs., desde Plaza de los Dos Congresos a Plaza de Mayo. Es importante nuestra presencia.
3 comentarios:
Me parece importante rescatar la presencia en Terrabusi, acompñando a los trabajadores de la Dipùtada Provincial Liliana Piani
(Extracto de Diario Pais)
La diputada provincial de la Coalición Cívica, Liliana Piani, que estuvo durante toda la jornada adentro de la fábrica, le dijo anoche a este diario que el estatus de los 65 demorados parecía más “una privación ilegítima de la libertad” porque no se les había permitido hablar con sus abogados. La legisladora detalló que entre los apresados había “28 trabajadores despedidos y 37 personas que se encontraban afuera de la planta y que fueron ingresadas durante la represión”.
Piani dijo que tres de los heridos fueron derivados a un hospital de Pacheco y que uno de ellos “tenía muy comprometido un ojo” en tanto que el cuarto fue trasladado a un centro sanitario de Tigre. La diputada cuestionó al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, por entender que facilitó el desalojo al atender un pedido del juez Costa para que estuvieran presentes en el operativo funcionarios del Ministerio de Trabajo y la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia.
la nota anterior fue publicada por Juan José Maynard
Gracias Juan José por tu aporte.
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